Ducati Scrambler 1100 Dark Pro

El valor de lo esencial

La nueva versión Dark Pro de la Scrambler 1100 puede que sea el punto de entrada a la gama pero eso está lejos de ser una desventaja.

Fuente: www.motor.com.co

Sin dejar de lado los resultados devastadores de este año en la cuenta de vidas perdidas y otras tantas afectadas en mayor o menor medida a causa de la pandemia del coronavirus, el encierro fue para algunos el otro gran enemigo que, valga la redundancia, encerró la posibilidad de esos escapes de fin de semana donde lo único que se busca es el encuentro del hombre y la máquina con la carretera.

Por el lado personal, la frustración del encierro sería peor a causa de una salida fallida debido a un problema con otra moto con una omisión de ensamble local que alcanzó a manifestarse a tiempo. Esta vez, sin embargo, ese preocupante panorama estuvo lejos de ser una posibilidad y luego de lo que pareció más tiempo de lo que en realidad fue, nuevamente estaba con la carretera por delante.

Y de qué forma. El camino que aún no veía el sol era iluminado por el faro led (de corto alcance, por cierto) de la Ducati Scrambler 1100 Dark Pro, una nueva versión que se ubicará como el escalón de entrada a esta gama con el motor Desmodue de dos cilindros en L, 1.079 cm3 y cuyos 86 caballos de potencia llevan con toda la facilidad del caso los 206 kg que pesa la moto en orden de marcha.

A lo largo de los tramos prácticamente rectos luego de salir de Bogotá por el norte no es mucho lo que se pueda disfrutar, lo cual no quiere decir que no se agradezca la capacidad de esta Scrambler para mantener un ritmo alegre sin siquiera inmutarse. Las vibraciones no castigan y la posición de manejo naturalmente erguida no cansa, ventaja que no es copiada por la silla tapizada en cuero que al menos en mi caso hizo agradecer cada detención para tomar fotos.

Lo bueno, como suele suceder, comenzó al adentrarnos en la carretera de montaña donde predominan las curvas y donde por supuesto esta Scrambler más se disfruta. Haciendo uso del manejo Active que entrega todos los 86 caballos (los modos Journey y City limitan un poco la potencia y varían la forma en que la entregan) acerco el pecho al tanque y ya con el sol empezando a asomarse entre las montañas y ayudando a dejar atrás el frío, ‘entramos en calor’.

Tal vez porque estos eran los primeros kilómetros recorridos por esta recién matriculada Scrambler 1100 Dark Pro el freno trasero aún debía ponerse al tanto de su tarea, no tanto el delantero con su mordida precisa y fácilmente regulable. El ABS se notó poco intrusivo al igual que el control de tracción una vez comenzaba a acelerar a la salida de cada curva.

Entendido su punto de contacto la única queja del embrague sería una dureza que castiga solo en ciudad pero que al momento de usarlo para subir o bajar marchas con rapidez en estos recorridos de carretera se convierte en un aliado que permite mantener un ritmo seguido por pocos.

Si en ciudad no es tan agradable por su dureza que no se lleva bien con los interminables retazos de nuestras calles, en carretera la suspensión es protagonista de un conjunto que no pareciera enfocarse en el estilo (ya volvemos sobre eso) sino en ese concepto que el mercadeo ha abusado hasta el cansancio: la deportividad.

No se trata de una superbike o si quiera un intento de estas, no es su objetivo, pero el adn que lleva en su chasís y motorización se hace perfectamente evidente cada vez que se abre el acelerador, retumban las dos salidas de escape y nos damos cuenta la naturalidad con la que todo fluye. No hay que “luchar” para controlar su potencia o mantener la trayectoria en las curvas abiertas y rápidas o cerradas y lentas; no, aquí la docilidad permite que guiarla por donde uno quiera llevarla se pueda lograr con toda la facilidad del caso.

Tampoco quiere decir que sea ideal como primera moto: sus 206 kg en orden de marcha (189 kg en seco) no son sencillos de mover cuando se quiere estacionar o sacar de un sitio estrecho, por ejemplo, y más cuando no hay un asidero atrás con el cual nos podamos ayudar, y por más que la electrónica esté siempre despierta (el ABS no se puede desactivar) sus 86 caballos de potencia merecen respeto y ojalá cierta habilidad previa para ahorrarse sustos o algo más.

Algunas críticas: el cuadro de instrumentos es complicado de leer cuando se está andando, especialmente el tacómetro que bordea la parte inferior del tablero redondo, como dije más arriba la silla no es la más amigable con la cola y la pintura mate de esta versión requerirá cuidados especiales para no deteriorarla de forma prematura.

Hablando de eso, esta versión 1100 Dark Pro se caracteriza precisamente por esa pintura negra mate del tanque que contrasta muy bien con el lateral del tanque y otras dos piezas en aluminio anodizado, además de las dos salidas de escape. Los espejos son redondos, de estilo más clásico.

A simple vista la Ducati Scrambler 1100 Dark Pro podría parecer un acabado diseñado para que el hecho de ser la variante de entrada a las Scrambler 1100 sea más atractiva. Sin embargo, al menos a los ojos de quien escribe, es un conjunto lo suficientemente atractivo para quienes no quieren pasar desapercibidos (y más barato por si se quiere como punto de partida para modificar) y que a la vez sigue ofreciendo prácticamente lo mismo que sus hermanas Pro y Sport Pro en cuanto a desempeño.

Luego de un año marcado por las vidas perdidas y encierros obligatorios y “voluntarios” que tanto se llevaron por delante, volver a la ruta después de tanto tiempo y a los mandos de una moto del nivel de esta Ducati Scrambler 1100 Dark Pro no solo fue un escape prácticamente perfecto para conectarse nuevamente con una máquina sino también con esos paisajes que aun estando tan cerca estuvieron tan lejanos por tanto tiempo.

Precios
Ducati Scrambler 1100 Dark Pro: $66’990,000
Ducati Scrambler 1100 Pro: $73’990,000
Ducati Scrambler 1100 Sport Pro: $83’990,000

Fuente: www.motor.com.co